La biometría hemática es una prueba de laboratorio fundamental en la pediatría, ya que permite detectar alteraciones hematológicas desde etapas tempranas de la vida. Este análisis mide los componentes celulares de la sangre —eritrocitos, leucocitos y plaquetas—, y sus valores de referencia varían según la edad del paciente. Por ello, interpretar una biometría hemática infantil requiere considerar las características fisiológicas del desarrollo del niño.
Parámetros normales en niños
Los valores normales de una biometría hemática infantil no son iguales a los de los adultos. Por ejemplo, los recién nacidos presentan cifras elevadas de hemoglobina y hematocrito debido a la adaptación intrauterina, pero estos valores disminuyen progresivamente durante los primeros meses de vida. En la infancia, los rangos de referencia continúan cambiando hasta estabilizarse en la adolescencia.
En general, se consideran normales los siguientes valores aproximados:
- Eritrocitos: 4.1 a 5.5 millones/μL
- Hemoglobina: 11 a 13.5 g/dL
- Hematocrito: 34 a 40%
- Leucocitos: 5,000 a 14,500/μL (pueden ser más altos en lactantes)
- Plaquetas: 150,000 a 450,000/μL
El médico tratante debe utilizar rangos específicos por edad, ya que incluso dentro del grupo pediátrico hay diferencias notables entre un lactante y un escolar.
Alteraciones frecuentes en la población pediátrica
Una biometría hemática infantil puede revelar condiciones comunes como anemia nutricional, infecciones virales, procesos inflamatorios o reacciones alérgicas. La disminución de hemoglobina y hematocrito puede indicar anemia por deficiencia de hierro, frecuente en niños con dietas pobres en micronutrientes. Por otro lado, un aumento en los leucocitos puede reflejar una respuesta inmunitaria frente a una infección bacteriana o viral.
En algunos casos, el recuento de eosinófilos se encuentra elevado, lo cual puede relacionarse con cuadros alérgicos o infestaciones parasitarias, especialmente en regiones con mayor exposición ambiental.
Importancia de la fórmula leucocitaria en pediatría
La fórmula leucocitaria es particularmente útil en niños, ya que permite evaluar la proporción de cada tipo de glóbulo blanco. En la infancia, es normal que haya un predominio de linfocitos sobre neutrófilos, fenómeno conocido como “inversión fisiológica”, que se revierte más adelante. Este aspecto puede generar confusión si no se toma en cuenta el contexto etario, por lo que su interpretación debe hacerse con base en tablas específicas para cada etapa del desarrollo.
Un aumento marcado de linfocitos podría indicar una infección viral, mientras que el predominio de neutrófilos sugiere una infección bacteriana. En caso de sospecha de enfermedades hematológicas, los resultados de la biometría hemática orientan al especialista hacia la solicitud de estudios complementarios.
Seguimiento y control pediátrico
Realizar biometrías hemáticas en forma periódica permite detectar alteraciones antes de que aparezcan síntomas evidentes. Esto es especialmente útil en niños con antecedentes de bajo peso al nacer, infecciones recurrentes, problemas de alimentación o enfermedades crónicas.
La vigilancia de la salud infantil requiere herramientas diagnósticas confiables. Consulta con el pediatra y acude al laboratorio para realizar una biometría hemática cuando sea indicada como parte del control de salud de tu hijo.




Al realizar una prueba de glucosa, es esencial entender los números y su significado. Uno de los valores clave que se mide es el nivel de glucosa en ayunas, que indica la cantidad de azúcar en la sangre después de un período de ayuno. Un nivel de glucosa en ayunas dentro del rango normal (entre 70 y 99 mg/dL) es un buen indicador de un control glucémico adecuado. Si los niveles de glucosa en ayunas están constantemente elevados, puede ser una señal de resistencia a la insulina o diabetes.
La radiografía de tobillo es una técnica de diagnóstico por imagen que utiliza radiación para crear imágenes de los huesos y las articulaciones del tobillo. Es un procedimiento no invasivo y de bajo riesgo que se utiliza para diagnosticar lesiones en el tobillo, como fracturas, esguinces, artritis y otras afecciones. Pero, ¿cómo se interpreta una radiografía de tobillo?